Frases sobre el pensamiento
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, mas luego se clarifica.
El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.
Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.
Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males.
El pensamiento no es más que un relámpago en medio de una larga noche. Pero ese relámpago lo es todo.
Conocer a un hombre y conocer lo que tiene dentro de la cabeza, son asuntos distintos.
El pensador sabe considerar las cosas más sencillas de lo que son.
El pensamiento está libre de impuestos.
Más interesante que lo que la gente dice es su pensamiento secreto, y esto es lo que importa conocer.
Pensamientos sin contenidos son vacíos; intuiciones sin conceptos son ciegas.
Si la gente nos oyera los pensamientos, pocos escaparíamos de estar encerrados por locos.
El pensamiento es la única cosa del Universo de la que no se puede negar su existencia: negar es pensar.
El que no pueda guardar sus pensamientos, jamás sabrá analizar grandes cosas.
Una vez despertado el pensamiento no vuelve a dormitar.
Dos cuerpos pueden juntarse para producir otro, pero el pensamiento sólo puede dar vida al pensamiento.
A menos pensamiento, pensamiento más tiránico y absorbente.
A veces los pensamientos nos consuelan de las cosas, y los libros de las personas.
No hay que cargar nuestros pensamientos con el peso de nuestros zapatos.
Al principio vienen necesariamente a la mente la fantasía y la fábula. Desfilan después lo cálculos matemáticos, y sólo al final la realización corona el pensamiento.
El pensamiento y la palabra son sinónimos.
Un sutil pensamiento erróneo puede dar lugar a una indagación fructífera que revela verdades de gran valor.
A veces cargamos las cosas con una importancia que sólo existe en nuestra cabeza.
El pensamiento es la clave de todos los tesoros; las ganancias del avaro son nuestras sin sus preocupaciones.