Mark Twain

(1835-1910) Seudónimo de Samuel Langhorne Clemens, escritor y periodista estadounidense.

Frases célebres

Y así va el mundo. Hay veces en que deseo sinceramente que Noé y su comitiva hubiesen perdido el barco.

La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa.

El cielo se gana por favores. Si fuera por méritos usted se quedaría afuera y su perro entraría.

El arte de vivir consiste en conseguir que hasta los sepultureros lamenten tu muerte.

No puede el hombre sentirse a gusto sin su propia aprobación.

Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado.

Sé virtuoso y te tendrán por excéntrico.

El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir.

Si la verdad es nuestro más preciado tesoro, bien haremos en economizarla.

Nunca he permitido que la escuela entorpeciese mi educación.

Es mejor ser un joven abejorro que una vieja ave del paraíso.

En dos ocasiones no debería jugar el hombre; cuando no tiene dinero y cuando lo tiene.

El trabajo consiste en lo que un organismo está obligado a hacer; el juego consiste en lo que un organismo no está obligado a hacer.

Actúa siempre con acierto. Esto tranquilizará a algunas personas y asombrará al resto.

Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas.

Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras.

Hay muy buenas protecciones contra la tentación, pero la más segura es la cobardía.

Vamos a plantearnos que estamos todos locos, eso explicaría como somos y resolvería muchos misterios.

La buena educación consiste en esconder lo bueno que pensamos de nosotros y lo malo que pensamos de los demás.

Si es un milagro, cualquier testimonio es suficiente, pero si es un hecho, es necesario probarlo.

La fama es vapor; la popularidad, un accidente; la única certeza terrenal es el olvido.

Todo lo que necesitas en esta vida es ignorancia y confianza en ti mismo, así tendrás el éxito asegurado.

Manténgase alejado de las personas que intentan menospreciar sus ambiciones. Las personas pequeñas siempre hacen eso, pero lo realmente grandioso te hace sentir que tú también puedes ser grandioso.

No hay cosa más triste que un joven pesimista, excepto un viejo optimista.