John Stuart Mill
(1806-1873) Filósofo y economista inglés.
Frases célebres
Todo aquello que sofoca la individualidad, sea cual sea el nombre que se le dé, es despotismo.
Un discípulo de quien jamás se pide nada que no pueda hacer, nunca hace todo lo que puede.
Pregúntate si eres feliz y dejarás de serlo.
Es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho.
No existe una mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación.
El genio sólo puede respirar libremente en una atmósfera de libertad.
Como fuerza social, un individuo con una idea vale por noventa y nueve con un solo interés.
La convicción profunda de un hombre le substrae a los ataques del ridículo.
La originalidad es la única cosa cuya utilidad no pueden comprender los espíritus vulgares.
Nunca, en verdad, vacilé en la convicción de que la felicidad es la prueba de toda regla de conducta y el fin de la vida.
Las leyes no se mejorarían nunca si no existieran numerosas personas cuyos sentimientos morales son mejores que las leyes existentes.
Ningún problema económico tiene una solución puramente económica.
Los únicos que son felices son los que tienen sus mentes fijas en algún objeto que no sea su propia felicidad.