Frases sin clasificar

Donde las dan, las toman.

Días de mucho, vísperas de nada.

De la mar, el mero, y de la tierra, el carnero.

De la mano a la boca se pierde la sopa.

De casta le viene al galgo el ser rabilargo.

Como canta el abad, responde el sacristán.

Cada palo aguante su vela.

Cada mochuelo a su olivo.

Bicho malo nunca muere.

Averígüelo Vargas.

Ande yo caliente ríase la gente.

Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

Alábate, cesto, que venderte quiero.

Al burro muerto, cebada al rabo.

A río revuelto, ganancia de pescadores.

No hay forastero que venga de mala gente, ni viejo que no haya sido valiente.

No entres donde no puedas pasar fácilmente la cabeza.

El hombre reina y la mujer gobierna.

Si usted permanece calmo, tranquilo y seguro de sí mismo, mientras los demás corren a su alrededor perdiendo la cabeza, quizá usted no comprende la gravedad de la situación.

La seguridad de saberme capaz para algo mejor, me puso en las manos de la postergación, que al fin de cuentas es una arma terrible y suicida.

El lugar ideal para mí es aquél en que es más natural vivir como extranjero.

Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: «Cierren los ojos y recen». Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.

La experiencia de los siglos prueba que el lujo anuncia la decadencia de los imperios.

No siempre podemos agradar, pero siempre podemos tratar de ser agradables.

Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.
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