Frases sobre el vanidad
La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.
Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.
La más segura cura para la vanidad es la soledad.
Se dice que las mujeres son vanidosas por naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso mismo nos agradan más.
Ningún vanidoso siente celos.
Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.
En muchos casos hacemos por vanidad o por miedo, lo que haríamos por deber.
La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés.
La vanidad es el amor propio al descubierto.
La vanidad y el orgullo son cosas muy diversas, aunque a menudo se tomen como sinónimas ambas palabras. Una persona puede ser orgullosa sin ser vana. El orgullo se refiere más a nuestra opinión sobre nosotros mismos; la vanidad, a lo que los demás hayan de pensar de nosotros.
Vano quiere decir vacío; es tan ruin la vanidad que para afrentarla basta llamarla por su propio nombre.
El ambicioso quiere ascender, hasta donde sus propias alas puedan levantarlo; el vanidoso cree encontrarse ya en las supremas cumbres codiciadas por los demás.
Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.
Para mí la vanidad es una dolencia tan superficial, que basta con rascarme un rato para que se me quite.