Ramón Gómez de la Serna

(1891-1963) Escritor español. Autor de Greguerías.

Frases célebres

En la vida hay que ser un poco tonto porque sinó lo son sólo los demás y no te dejan nada.

El lunar es el punto final del poema de la belleza.

Tenía tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo.

Los que matan a una mujer y después se suicidan debían variar el sistema: suicidarse antes y matarla después.

Aburrirse es besar a la muerte.

El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo.

Ese precioso y necesario don del sentido común, que es el menos común de los sentidos.

Lo que defiende a las mujeres es que piensan que todos los hombres son iguales, mientras que lo que pierde a los hombres es que piensan que todas las mujeres son diferentes.

Es difícil determinar cuando acaba una generación y comienza otra. Diríamos más o menos que es a las nueve de la noche.

En realidad, los seguros de vida son seguros de muerte.

El epitafio es la última tarjeta de visita que se hace el hombre.

Los genios son los que dicen mucho antes lo que se va a decir mucho después.

Como daba besos lentos le duraban más los amores.

Lo malo del deseo es que vuelve sin avisar.