Frases sobre vivir

Si me preguntas para que vine a este mundo, te responderé: para vivir en voz alta.

Quiero saber dónde estoy. Quiero saber quién soy. Quiero saber quién me puso aquí. Quién me abandonó en la raya, en la noche. Si me sigo preguntando todo esto, quiere decir que no estoy muerto.

Sólo se vive una vez, y yo no quiero esperar esa felicidad universal. Ante todo, quiero vivir. Si no sintiese este deseo, sería preferible no tener vida.

Toda sombra es, al fin y al cabo, hija de la luz y solo quien ha conocido la claridad y las tinieblas, la guerra y la paz, el ascenso y la caída, solo éste ha vivido de verdad.

La vida me parece demasiado corta para perderla alimentando animosidad o recordando los errores de los otros. Todos cargamos con nuestras faltas en este mundo, pero llegará el día en que nos libraremos de ese peso.

Los árboles esperan: tú no esperes,
es el tiempo de vivir, el único.

Es maravilloso estar vivo, aunque siempre duela.

No tenía ganas de nada. Sólo de vivir.

Juan Rulfo (1917-1986) Novelista y cuentista mexicano.
Vivir

Cada día sin gozo no fue tuyo:
fue sólo durar en él. Cuanto vivas
sin gozarlo, no vives.

Yo no vivo de lo que el mundo piensa de mí, sino de lo que yo pienso de mí mismo.

Jack London (1876-1916) Escritor y activista americano.
Vivir

Tienes que morir unas cuantas veces antes de que realmente puedas vivir.

Vivir consiste en construir futuros recuerdos.

No entres dócilmente en esa buena noche.
Enfurécete, enfurécete ante la muerte de la luz.

Dylan Thomas (1914-1953) Poeta, escritor de cuentos y dramaturgo británico.
Vivir

Pero mejor morir que vivir mecánicamente una vida que es una repetición de repeticiones.

Podemos decir que estamos realmente vivos, solamente en esos momentos en que nuestros corazones son conscientes de nuestros tesoros

Vivir es hacer recuento de lo vivido.

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.

Para triunfar en la lucha de la vida el hombre ha de tener o una gran inteligencia o un corazón de piedra.

Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para sí mismo.