Frases sin clasificar
Cuando el espíritu está abatido, es menester sacudirlo.
La astrología es una ciencia que tienen por golosina los cobardes, sin otro fundamento que el crédito de los supersticiosos. Es un falso testimonio que los hombres mal ocupados levantan a las estrellas.
Yo apunté al corazón del público, y por accidente les dí en el estómago.
La función del Ejército no es educar al público en asuntos políticos.
La lengua disimula y encubre los designios.
Es un arte saber ceder en lo trivial.
No impongas a nadie lo que tu mismo no puedas soportar.
Entra en ti sin llamar.
Todo impuesto debe salir de lo superfluo, y no de lo necesario.
El mar, por su naturaleza, estaría tranquilo y quieto si los vientos no lo revolvieran y turbaran. De la misma manera el pueblo estaría quieto y sería dócil si oradores y sediciosos no lo removiesen y agitasen.
Al hablar, como al guisar, su granito de sal.
Hay cosas que no tienen solución, y son las que más.
No hay nada inaccesible a los mortales.
Se aferran a su parecer, no por verdadero sino por suyo.
Para la burguesía, el único deber del Estado consiste en proteger la libertad y la propiedad personales del individuo. La burguesía considera el Estado como la imagen del policía, cuyo único deber teóricamente impedir el robo.
Es funesto que nos acostumbremos a reconocer como ejemplos de sana belleza algunas obras clásicas, que acaso son objetivamente muy valiosas, pero que no causan deleite.
Las personas nos influyen, las voces nos conmueven, los libros nos convencen, los hechos nos entusiasman.
El mayor imperio es el imperio de uno mismo.
Aspirar es privilegio de mujer.
Cuando una lámpara se destroza, la luz yace muerta en el suelo.
El español siempre lo sabe todo. Y si de algo no sabe nada, dice: "De esto hablaremos más adelante".
El mareo es al espacio lo que la impaciencia al tiempo.
El mejor camino para salir es siempre a través.
Es por el hombre que hay valores en el mundo.