Frases sobre el amor
El amor es un verdadero acceso de fiebre, con la diferencia de que ésta comienza con frío y termina con ardor, mientras que el amor sigue el camino contrario.
El amor es más bien el dios de las sensaciones que el dios de los sentimientos.
Los platónicos olvidan excesivamente que el amor es una física antes de ser un ensueño.
El amor y la afición con facilidad ciegan los ojos del entendimiento.
Es más fácil amar a la humanidad en general que al vecino.
El amor es física y química.
Ouida amaba a Lord Lytton con un amor que convirtió la vida de él en un infierno.
Quien en zarzas y amores se metiere, entrará cuando quiera, mas no saldrá cuando quisiere.
De todas las formas de precaución, la precaución en el amor es quizás la más fatal para la verdadera felicidad.
Ella dijo que se iría y que se llevaría todo lo que era suyo. Ella se fue. Y no me llevó a mí. Y yo era suyo.
Viviendo con alguien que amas puedes sentir más soledad que viviendo completamente a solas… si quien amas no te ama.
El amor no debe pedir —dijo—, ni tampoco exigir. Ha de tener la fuerza de encontrar en sí mismo la certeza. En ese momento ya no se siente atraído, sino que atrae él mismo.
El amor tiene la virtud de desnudar no a los dos amantes uno frente al otro, sino a cada uno delante de sí.
Es una extraña pretensión del hombre querer que el amor conduzca a alguna parte.
El amor que no está brotando continuamente, está muriendo continuamente.
¡Ah! Que venga el tiempo
En que los corazones se enamoren.
Pensaba que este mundo sin amor es un mundo muerto, y que llega un momento en que se cansa uno de la prisión, del trabajo y del valor, y no exige más que el rostro de un ser y el hechizo de la ternura en el corazón.
La tarea que debemos plantearnos no es sentirnos seguros, sino ser capaces de tolerar la inseguridad.
Cuando otros me abrazaban, pensaba en ti. Por eso no quería verte. Porque sabía que ya no podría dejarte.
El deseo físico brutal es fácil. Pero el deseo al mismo tiempo que la ternura requiere tiempo. Es preciso atravesar toda la región del amor antes de encontrar la llama del deseo.
Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor.
Sólo a aquellos que el destino ha golpeado, [...] se les puede ayudar verdaderamente con el amor. Sólo ellos saben amar y ser amados como se debe amar: con gratitud y humildad.
Probablemente no exista mayor logro humano que merecer amor al final.
En la medida en que se ama, se necesita seguir viviendo o volver a vivir después de la muerte, para seguir amando.