Frases sobre la desgracia
No es bueno ser desgraciado, pero bueno es haberlo sido.
Hablando de nuestras desgracias las aliviamos.
Las desgracias más temidas son, de ordinario, las que no llegan jamás.
Los dioses tramaron desventuras para que los hombres y las generaciones venideras tuviesen sobre qué cantar.
¿No es triste considerar que sólo la desgracia hace a los hombres hermanos?
Hay muchas personas que adquieren la costumbre de ser infelices.
Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme.
El infortunio es necesario también para descubrir ciertas minas misteriosas ocultas en la inteligencia humana.
Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.
Es curioso lo lejana que resulta una desgracia cuando no nos atañe personalmente.
Admiro aquella cabeza que lleva orgullosamente su desgracia, como un rey su corona.
Un hombre es la suma de sus desdichas. Se podría creer que la desdicha terminará un día por cansarse, pero entonces es el tiempo el que se convierte en nuestra desdicha.
El más desgraciado de todos los hombres es el que cree serlo.
El hombre arruinado lee su condición en los ojos de los demás con tanta rapidez que él mismo siente su caída.
Cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones.
No hay cosa más excusada y aun perdida que el contar el miserable sus desdichas a quien tiene el pecho colmado de contentos.