Frases sobre la esperanza
Mientras las cosas son realmente esperanzadoras, la esperanza es un nuevo halago vulgar: sólo cuando todo es desesperado la esperanza empieza a ser completamente una fuerza.
Vive mejor el pobre dotado de esperanza que el rico sin ella.
Más vale buena esperanza que ruin posesión.
No hay condición tan baja que no tenga esperanzas, ni ninguna tan alta que no inspire temor.
Cuando uno pierde la esperanza se vuelve reaccionario.
Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año.
La esperanza del bien es ya un gran bien.
Tanto más fatiga el bien deseado cuanto más cerca está la esperanza de poseerlo.
Una esperanza reaviva otra esperanza; una ambición, otra ambición.
Hoy es siempre todavía.
La esperanza nos sostiene, pero como sobre una cuerda tirante.
Mi querida más fiel fue la esperanza
que me suele engañar y no me deja.
Que más mata esperar el bien que tarda
que padecer el mal que ya se tiene.
La esperanza ha contribuido a perder al género humano.
La providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.
La esperanza es un empréstito que se le hace a la felicidad.
Hay que abrir a todo colombiano una esperanza cierta, una oportunidad operante, una expectativa legitima.
La esperanza es un gran falsificador.
Todo hombre no vive más que por lo que espera.
No hay que ser pesimista ni tener esperanza.
La esperanza, sólo la esperanza, nada más, se llega a un punto en que no hay nada más que la esperanza, y entonces descubrimos que aún lo tenemos todo.
En cada lágrima perdura una esperanza.
Por muy desengañados que estemos es imposible vivir sin alguna esperanza. Siempre conservamos una, a pesar nuestro, y esa esperanza inconsciente compensa todas las demás, explícitas, que hemos rechazado o agotado.
Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos. Hoy es uno de esos días.