Frases sobre la felicidad
Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin.
Cuando se es feliz, queda mucho por hacer: consolar a los demás.
Cada uno es tan infeliz como cree.
Hacer felices a otros hombres: no hay nada mejor ni más bello.
Hay una especie de vergüenza en ser feliz a la vista de ciertas miserias.
La felicidad de los grandes consiste no en sentirse felices, sino en comprender cuan felices piensan otros que han de ser ellos.
Lo horrible de este mundo es que buscamos con el mismo ardor el hacernos felices y el impedir que los demás lo sean.
La felicidad no es cosa fácilmente digerible; es, más bien, muy indigesta.
Nada nos puede impedir sentir esta maravillosa felicidad de ser preferidos a otros.
La felicidad no es nunca grandiosa.
Si nos bastase ser felices, la cosa sería facilísima; pero nosotros queremos ser más felices que los demás, y esto es casi siempre imposible, porque creemos que los demás son bastante más felices de lo que son en realidad.
La felicidad es una cosa monstruosa. Quienes la buscan encuentran su castigo.
Es quizás más afortunado disfrutar coleccionando caracolas que el haber nacido millonario.
La vida nos enseña que no podemos ser felices sino al precio de cierta ignorancia.
La sociedad está obligada a hacer feliz a todos la vida.
El saber es la parte más considerable de la felicidad.
¡La felicidad! No existe palabra con más acepciones; cada uno la entiende a su manera.
Cuando uno dice que sabe lo que es la felicidad, se puede suponer que la ha perdido.
La felicidad es tanto mayor cuanto menos la advertimos.
No entiendo por qué el que es dichoso busca mayor felicidad.
Si deseas felicidad de los demás, sé compasivo. Si deseas tu propia felicidad, sé compasivo.
El deber tiene una gran similitud con la felicidad de los demás.
Existe un solo procedimiento para ser feliz merced al corazón, y es no tenerlo.
La felicidad no está en la ciencia, sino en la adquisición de la ciencia.