Frases sobre la felicidad
Cualquier hombre puede llegar a ser feliz con una mujer, con tal de que no la ame
Bebed porque sois felices, pero nunca porque seáis desgraciados.
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
Esperar una felicidad demasiado grande es un obstáculo para la felicidad.
La felicidad es mejor imaginarla que tenerla.
La felicidad está en la ignorancia de la verdad.
La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes.
No tenemos más derecho a consumir felicidad sin producirla, que a consumir riqueza sin producirla.
No vivimos nunca, sino que esperamos vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable que no lo seamos nunca.
No llames jamás feliz a un mortal hasta que no hayas visto cómo, en su último día, desciende a la tumba.
La felicidad radica, ante todo, en la salud.
La felicidad recupera en altura lo que le falta en longitud.
¡Dejadme escapar de la mentirosa y criminal ilusión de la felicidad! Dadme trabajo, cansancio, dolor y entusiasmo.
¿Por qué buscais la felicidad, oh, mortales, fuera de vosotros mismos?
¿Cuál es la felicidad que no tiene algo de pena?
Así como la desgracia hace discurrir más, la felicidad quita todo deseo de análisis; por eso es doblemente deseable.
La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.
El cuarenta por ciento de la felicidad depende de los genes.
El que cae desde una dicha bien cumplida, poco le importa cuán hondo sea el abismo.
La felicidad es un sentimiento fundamentalmente negativo: la ausencia de dolor.
Nunca somos tan felices ni tan infelices como pensamos.
Para conocer la dicha hay que tener el valor de tragársela.
Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.
Cuán feliz era yo cuando era una infeliz.