Goethe

(1749-1832) Johann Wolfgang Goethe. Poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán, contribuyente fundamental del Romanticismo, movimiento al que influyó profundamente. Autor de Fausto y Las penas del joven Werther

Frases célebres

Cuando he estado trabajando todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro.

El hombre se cree siempre ser más de lo que es, y se estima menos de lo que vale.

Si yo pinto a mi perro exactamente como es, naturalmente tendré dos perros, pero no una obra de arte.

La noche es la mitad de la vida y la mejor mitad.

Yo amo a aquel que desea lo imposible.

Todo se soporta en la vida, con excepción de muchos días de continua felicidad.

La juventud quiere mejor ser estimulada que instruida.

El suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del hombre, porque indudablemente es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras.

Se dice que las mujeres son vanidosas por naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso mismo nos agradan más.

Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón.

Lo que no comprendemos no lo poseemos.

El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.

¡Como te pareces al agua, alma del hombre! ¡Como te pareces al viento, destino del hombre!

Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.

No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino.

Una vida ociosa es una muerte anticipada.

Las palabras de aliento después de la censura son como el sol tras el aguacero.

Es un gran error creerse más de lo que uno es, o menos de lo que uno vale.

Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.

Uno tiene que ser algo para poder hacer algo.

Trata a un ser humano tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.

¿Quién osó luchar con los dioses, y quién con el Único? Es hermoso ser un discípulo de Homero, aunque sea el último.

Lo que habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso o no será vuestro.

La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno.