Frases cortas

Una selección de las mejores frases cortas sobre el amor, la amistad, etc para redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, etc.

Nadie se da cuenta de que algunas personas gastan una energía tremenda simplemente para ser normales.

Todo trabajo sobresaliente, tanto en el arte como en la ciencia, resulta del inmenso celo aplicado a una gran idea.

No hay más alianzas que las que trazan los intereses.

Yo amo la verdad, quiero y deseo que todos me la digan.

Qué pequeña es la luz de los faros de quien sueña con la libertad.

Por encima de todo, sé la heroína de tu vida, no la víctima.

Internet es la primera cosa que la humanidad ha construido y que no entiende, el experimento más grande de anarquía que hemos tenido.

Bienaventurados los corazones flexibles, porque no se romperán.

El fin de las disputas y polémicas no debe ser la victoria, sino el perfeccionamiento.

Los hombres capaces de alzar y llevar adelante una bandera son muy pocos.

Las mejores cartas de amor están escritas por los que no están enamorados.

Con los zorros hay que ser un poco zorro.

Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas.

Creo firmemente que si todos los medicamentos del mundo fueran lanzados al mar, sería mucho mejor para la humanidad y mucho peor para los peces.

Piensa mal, pero en todos los casos, piensa por ti mismo.

Los niños nunca han sido muy buenos para escuchar a sus mayores, pero nunca han dejado de imitarlos.

En el mundo no hay nada tan difícil como la franqueza y nada tan fácil como la lisonja.

Se gobierna mejor a las personas por sus vicios que por sus virtudes.

El fin del terrorismo no es solamente matar ciegamente, sino lanzar un mensaje para desestabilizar al enemigo.

Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos, y sabrás cuánto debes a tus padres.

Aquellos que reprimen el deseo, lo hacen porque es lo suficientemente débil para ser reprimido.

La más segura señal de una naturaleza inferior es querer no parecer sorprendido de nada.

Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente.

El amor es la llave maestra que abre las puertas de la felicidad, del odio, de los celos, y, sobre todo, la puerta del miedo.